miércoles, 26 de diciembre de 2007

Me aburrí de pelear con la gente…

Pegaba fuerte el sol en la mañana y estaba algo apresurado por llegar a clases. Me subo a la micro absorto en mis pensamientos y en la hora justa para llegar. Casi vacía, solo había dos personas más, de las cuales una conversaba animadamente con el chofer. No ponía atención en lo que conversaban, mi diálogo interno de “despierta wn!” y de planificación del día me mantenía bastante ocupado. En algún momento desperté de mi letargo y escuchaba al chofer un problema que había tenido con una pasajera hace un tiempo atrás, un mal entendido…”me dijo que la dejara en la esquina de Tobalaba con Grecia y le dije que aquí era, y ella insistía en que era más allá y me porfiaba así que la deje como a 5 cuadras… siempre trato de ayudar a la gente pero no confía y me retan… me aburrí de pelear con la gente… así que si me dicen q pare ahí .. ahí no ma.. y si se equivocan no es problema mío…” así varias veces le había pasado que usuarios inconformes habían increpado así como otros habían recibido malas respuestas del chofer, configurandose en una persona hostil en el trato diario. “me aburrí de pelear con la gente”… resonó en mi cabeza a esa hora todavía desocupada de información. Es que muchas veces tratamos de hacer lo mejor para la gente que requiere de nosotros de alguna u otra forma, personas que confían o no, o dejaron de hacerlo por alguna razón, que en algún momento entregamos nuestra ayuda o apoyo pero que en un punto “nos aburrimos de pelear”, por que no encontramos respuestas, por que sentimos que no somos escuchados, se le habla al viento, por que al final desgasta, cambia nuestra disposición o nos hace enfrentar de forma muy distinta al mismo problema. Así, en algún momento, cierta mala reacción es la suma de experiencias adversas que se acumulan en uno y que alguien tiene la “suerte” de presenciar o de sufrir, cuando esta se expresa con su más detestable forma. Me hizo pensar en muchas de las reacciones que había sido testigo de gente que me rodeaba y de las mías, desde ese punto para atrás, y lo fácil que he caído en juzgarlas sin darle una vuelta a la situación, así mismo me di cuenta que de muchas cosas también me he “aburrido de pelear”…

viernes, 31 de agosto de 2007

Volantin Corta'o!!

Comienza a sentirse los primeros vientos que indican q otra primavera esta cercana, tiempo ideal de volantines y cometas. Me dirigía a la pega que tengo de fin de semana. Hace tiempo que no iba por esos lados a esa hora. Siempre paso por ahí mismo, pero cuando el sol esta puesto sobre la cordillera. Ahora estaba atardeciendo, el sol pegaba en el vidrio de la micro y daba ese brillo tan molesto en la cara, mientras el ruido de la micro sometía a mi mente a no pensar en nada mas que en ignorarlo. En un momento, la micro llega a una rotonda, muy amplia con mucho pasto, material ideal para la pichanga entre los amigos del barrio o para que los más chicos correteen por ahí persiguiéndose. Al llegar a la rotonda, me llama la atención un volatín cortado. Me dio la misma sensación cuando los veía pasar por mi casa y quería salir a cazarlos cuando pasaban cerca de ahí. Se me apretó el estómago y mi corazón se agitaba justo preparándose para correr. Claro estoy dentro de la micro en movimiento, solo podía ver como se balanceaba erráticamente cayendo justo ahí en esa rotonda. Al momento que veía el volantín caer, como siempre, un grupo de niños de varias edades (el mas chico siempre quedaba atrás por corriendo con sus piernas cortas y tratando de no ser golpeado por los más grandes) estaban detrás del volantín que se mecía indolentemente ante la mirada de sus perseguidores, quienes cual botín de guerra lo perseguían sin tregua. Uno de ellos se la juega, salta por sobre sus competidores (algunos de ellos preparados con largas ramas), y logra darle alcance perfectamente en sus tirantes, sin provocarle daño alguno. Al momento de aterrizar al suelo, se pone a correr por el pasto, ahora el, nuevo dueño del volantín, es el perseguido.

Mientras veía todo esto sobre la micro, me comenzó a dar algo parecido a una angustia, pensando en que lo iba a alcanzar, pensando en que al final esa carrera por obtener ese trofeo de papel, podía terminar en medio de la calle, corriendo los chicos esquivando cuanto auto se moviera por ahí. Mas me angustiaba, el hecho que todo ese esfuerzo no valiera la pena y al final algún cabro chico picado le hiciera pedazos el volantín. Yo veía correr al niño, sonriente y relajadamente, pero no veía q avanzara o que se alejara de sus perseguidores, no percibía que avanzara hacia algún lugar, que se pusiera a salvo, en tanto también observaba que los demás niños corrían pero no lo alcanzaban nunca. Luego, veo increíblemente, que aquel niño si estaba en lo cierto en sentirse seguro de no ser alcanzado por ellos.

El ángulo de visión que tenía desde mi asiento me había engañado, mientras la micro rodeaba la rotonda, me permitió ver toda esta escena en muchos ángulos distintos, todo era diferente. La persecución nunca fue tal, lo que yo creía que estaba cercano, estaba en realidad bastante lejano, y al contrario también, las cosas mas lejanas, en realidad estaban mas cerca de lo que yo pensaba, habían cosas que se me habían ocultado a la vista y que al cambiar de lado se mostraron con toda claridad, gente que no había visto antes y ahora eran parte de la escena, mas que las principales que ya había visto, las que pasaron a ser unas mas dentro del lugar. Me gusto ver ese efecto rotativo, pero a la vez me desagrado, por que me dio una pequeña sensación de "engañado" o "ciego ", quizá mas que eso, sentirme errado.
Todo cambia según el ángulo en que se vea...

Cuantas cosas vemos erradamente y se ocultan a la visión por no verlas en su ángulo correcto?

...pero, cual es el ángulo correcto para ver las cosas?

Estamos predispuestos a ver las cosas objetivas que se nos muestran según nuestra formación, enseñanza, criterio, emociones, expectativas y sueños. .. Eso es una realidad innegable...y eso nos hace ser un solo punto en esta amplia rotonda.
Las personas que nos rodean, también tienen su propio punto y son ellos los que nos someten a este "efecto rotonda". Cuesta escuchar y ver otro punto, (sobre todo cuando te lo muestran subjetivamente) y en el intertanto el temor de ser juzgado, de juzgar y de verse errado. Pero siempre creo que hay que tener en cuenta que quizá las personas que nos hacen ver su propio punto nos abren mas que saber una opinión, si no mas bien, su forma de vida y sus anhelos. Eso es una oportunidad única que se entrega y generalmente hay gente q lo hace con cariño, que hace que uno no se encierre en su propio punto y mitiga un poco esa soledad que arrastramos muchas veces.

sábado, 14 de julio de 2007

De regreso a casa...

Acababa de salir de la casa de unos compañeros, los vasos de ron ya estaban entregándome ese calor falso que es tan característico y que me ayudaba a olvidar un poco el intenso frío q se sentía a esa hora de la noche. Día viernes y mucha gente a esa hora volviendo a sus casas o saliendo al carrete nocturno que recién comenzaba. Estaba lejos de mi casa, en mi interior agradecía y maldecía al mismo tiempo la presencia cercana del metro, que me dejaría relativamente rápido en mi hogar. Estaba así por que no quería llegar a mi realidad, no todavía, motivos varios... necesitaba tiempo para hacerme el ánimo de llegar. Necesitaba un tiempo para pensar, un poco de compañía y nada más... tiempo tuve.
Fue un largo camino de vuelta a casa, para poner en orden las ideas que surgieron y las que venia arrastrando, las que en algún momento molestan tanto como si estuvieran las ideas tiradas en el suelo y uno se tropezara con ellas a cada paso. Dan ganas de recogerlas y ponerlas en su lugar o de plano mandarlas a la mierda....
El frió se sentía un poco mas fuerte...la espera un poco larga en un paradero casi al otro extremo de la ciudad me comenzó a quitar el efecto del ron que aun persistía... dentro de la micro, el ruido del motor se me hizo tan familiar que ya no me molestaba. La micro daba vueltas por calles desconocidas, eso me atrae siempre la atención... Conocer lugares nuevos, recodos desconocidos. Increíble la cantidad de gente q se mueve todavía a esa hora a pesar del frío.
Me di cuenta que he perdido un poco o quizá mucha la capacidad de ver a mi alrededor, que cada vez más estoy entrando en la dinámica de "hacerse adulto" con esos temores y responsabilidades que conlleva a pensar y querer asegurarse, solo uno mismo, como sea el futuro incierto. Me di cuenta que no hay vuelta atrás. También me di cuenta que se habían sentado dos personas distintas a mi lado y ni siquiera vi quienes eran. Noté que estaba en el Club Hípico, quedaba poco, me di cuenta que tenia donde llegar... y supe lo afortunado que soy todavía....

lunes, 7 de mayo de 2007

es cosa de perspectiva...

Cuando tenia menos edad (no puedo decir cuando era chico por que aun lo sigo siendo), mis papás me llevaron a mi y a mi hermano de paseo al cerro San Cristóbal. En ese entonces me impresiono mucho ver la ciudad desde arriba, desde el teleférico se veía todo tan pequeño, allá lejos estaba mi casa, fácilmente reconocible por que se veía claramente el estadio nacional que siempre ha sido mi referente para ubicar mi casa. En ese entonces lo que me provoco ver esa imagen era observar por primera vez las dimensiones de donde vivía. Era un lugar allí metido en algo muy grande. Tantas cosas que había, podía reconocer muchas partes, edificios y todo. Y muchas partes lejanas que también pertenecían a la ciudad... por primera vez dimensionaba donde vivía y todo lo que existía al rededor.
He vuelto a donde mismo varias veces, por distintos motivos y siempre ha sido distinto y especial.
La primera vez que subí a la cordillera, hace casi un mes, no llegue a ninguna cumbre, pero ahora la experiencia fue otra. Cargado con mi realidad, mochila al hombro y piolet en la mano, caminaba por el sendero, mirando al suelo escuchando en silencio el raspar de la tierra en mis pies. Es inevitable pensar en esos momentos... iba al final de la fila, ya que había llegado atrasado y estar lejos del webeo grupal me daba el aire necesario para darme el tiempo justo para lidiar con las piedras y mis pensamientos. En una curva, levante la mirada para ver por donde seguir y volví a ver la ciudad desde arriba. Ahora un poco más alto que veces anteriores. Se veía Santiago de par en par, en toda su extensión... pero ahora no me sorprendía su gran dimensión, me sorprendía lo pequeño de todos mis problemas que me aquejaban y que me acompañaban en la subida. Allá estaban todas esas cosas, en ese hoyo de cemento cubierto de smog lejos de donde estaba yo, abajo de mis pies, sin la suerte de ver ese cielo azul que siempre ha existido y que podía apreciar y disfrutar a destajo. Solo estaba yo y el cerro, nada mas... mis problemas pequeños, lejanos y cubiertos de humo quedaron atrás. Volví a caminar, esta vez más ligero, para volver a la ciudad y retomar todo aquello con nuevas energías.
Hace un par de días, tuve un desafió mayor. Esta vez si íbamos a atacar una cumbre. Estaba emocionado en ir solo por la experiencia contenida de hace mucho tiempo de subir esos cerros que se ven claramente desde mi casa (en verano por supuesto con este smog con cuea se ve el San Cristóbal). Acá encontré algo q no me esperaba. Hace tiempo no sentía esa sensación de nudo en el estomago cuando piensas "no me la voy a poder" y sobreviene la angustia al ver lo lejano que se encuentra tu objetivo, pensar que todo lo que has subido y bajado después de 4 o 5 horas todavía no es ni siquiera la mitad del trayecto, tener que pasar por donde mismo pensaste que no pasaras de nuevo por lo que te costo superar, sentir el cuerpo exigido y un camino que al no ser conocido se hace eterno. A pesar de todo eso, se puede superar esa angustia que abarca por unos minutos gracias al apoyo de la gente que te acompaña y la motivación que nos entregaba el profe... la emoción máxima no fue tanto llegar a la cumbre, si no que fue llegar a la carpa, sin mas rasguños que una ampoa en el pie por las 12 horas de marcha por los cerros. Lo mas gratificante de todo, fue poder conocer mis capacidades, no tanto físicas, si no que las emocionales, de poder sobreponerme a lo que creo que no me la puedo, a controlar la cabeza en esas situaciones donde se puede poner en riesgo algo mas que el orgullo. El poder volver a confiar en mí en las cosas que hago, esa una sensación que nadie te la puede dar. Y volví a ver la ciudad de nuevo... ahora desde mucho mas arriba que las veces anteriores, todo estaba cubierto por el smog, el San Cristóbal, apenas se veía. Ahora lo veía con otros ojos, desde allá llego alguien distinto al que se encontraba en la cima...a esa ciudad, volvería de otra forma...indudablemente quizás con los mismos problemas y las mismas responsabilidades, pero viéndolas con otra perspectiva, siempre desde arriba. Los problemas son mas pequeños que yo… y eso si es harto!!!... jajajaja…

jueves, 5 de abril de 2007

"Asi es el sistema señora"

Es cierto que en nuestra realidad estamos llenos de reglas y normas que buscan ordenar y poder conciliar partes contrapuestas de nuestra sociedad para que esta pueda ser funcional al menos en lo que se refiere a cosas practicas. En este sentido, hace muchos años atrás, antes de que apareciera el fascismo o el comunismo, las sociedades políticas y sociales se enmarcaban en lo que se llamaba el conservadurismo burocrático. Este tipo social se caracterizaba por ser administrativa. Todos los problemas políticos, eran catalogados como problemas netamente de reglamentación administrativa. Todo era en función de leyes, exaltaba por supremacía la racionalidad, en base a la práctica de las leyes vigentes y supone que toda realidad es enmarcada en el orden establecido por ellas. De por si, todo lo no racional es totalmente subyugada e ignorada. Nada irracional puede acceder a la ley. De ahí el termino burocracia... todo lo q es normativo .. Leyes.... y mas leyes...
Pero al final ¿que tiene q ver todo este jugo con lo q quiero contar?...es solo un intento para quedar como intelectualoide o una persona interesante? puede ser... pero son las cosas del destino, que hay elementos que puedo recoger de algún curso por ahí que tome para observar y darle un poco de sentido a lo que mi mamá, muy ofuscada me relato hoy en la tarde cuando la fui a ver en su pega...

Al salir mi mamá de la casa al centro, donde tiene su local, se encuentra en un paradero con una señora de avanzada edad, cuya movilidad por los años ya se hallaba notablemente disminuida, la señora le pregunta a mi mamá, "¿donde puedo cargar mi tarjeta?", no sabia cuanto saldo le quedaba, y ella le responde que el lugar mas cercano es el metro Irarrázabal, (para mi, con 21 años, caminar ese trecho a paso regular me demora cerca de 15 min., mucho para una señora de esa edad), así que le recomendó que se subiera igual, la micro la dejaría en 3 min. en esa estación y le ahorraría la pesada caminata. Se quedaron juntas esperando la 507. Como ya es costumbre (en tan pocos meses de transantiago hablar de costumbre seria mucho pedir), mientras se armaban de paciencia, muchas micros pasaron llenas y muchas no paraban. Al llegar la micro que les servia, se bajan tres pasajeros, espacio suficiente para que mi madre y la señora pudieran subirse con algo de seguridad. Entre tratar de asegurarse tomando el fierro con una mano y agarrando firme la Bip! en la otra la micro cierra sus puertas y pone primera. Mi mamá marca su tarjeta y ve que la señora acercaba su tarjeta siempre con el mismo resultado:"saldo insuficiente". Al ver esto el chofer le dice a la señora que no tiene saldo y que tendrá que bajarse en el próximo paradero (con esa amabilidad tan característica de algunos choferes de micro amarilla)... en el próximo paradero!!... mi vieja, una mezcla entre enojo y estrés por estos meses de transantiago, arremete contra el chofer - ¿como se le ocurre que se va a bajar en el próximo paradero? no ve que es una señora de edad?-... lo insólito de la respuesta del chofer... "no es problema mio ASI ES EL SISTEMA SEÑORA" entre dime y diretes que no vale la pena transcribir, otras personas también dejaron salir ese transantiago que todos llevamos dentro y se hicieron parte del reclamo a favor de la anciana mujer. Una de ellas se levanto, cedió su asiento y le pago desde su tarjeta el pasaje que debía...

Que tipo de sociedad se esta construyendo (o aceptando cómodamente) y entregando a las generaciones que vienen? una sociedad intransigente de reglas tal como hace muchos años, ya casi mas de dos siglos atrás. Esa sociedad Conservadora burocrática que existió por el siglo XIX y despues cayó ante todas las respuestas sociales y políticas (muchas y dolorosas revoluciones) que buscaron derrumbar esa irracional fijación racional por las normas y leyes. Si bien los sistemas y las normas que seguimos cada día son para el bien común de todos, ya que todos nos beneficiamos de alguna u otra manera de que todos cumplan ciertas conductas de orden, nunca debemos olvidar q los sistemas se están aplicando a personas por personas, que estos no pueden ni deben ser absolutos. Los administradores de los sistemas no son automatas sin criterio, son personas irracionales y racionales con capacidad de valorar las situaciones por sobre las normas impuestas. Alguno de espíritu mas anárquico o satánico al peo pensara "pero si las leyes están hechas para romperse"... (si, puede ser... pero mas q romperlas por el gusto de no estar sometidos a ellas), es algo q solo los mas fuertes pueden hacer... pero los mas débiles, como nuestra tercera edad no... Ellos necesitan todo nuestro cuidado, de los criterios especiales para su situación que los deje por sobre ( no por debajo ni fuera) del sistema. Ellos ya vivieron toda una vida de reglas, cumpliéndolas nos dieron la vida, nos cuidaron y trabajaron por nosotros... ellos se merecen con creces romper las reglas...

¿Así es el sistema?..Por ningún motivo... es así como tú aplicas el sistema....

domingo, 11 de febrero de 2007

El lado B

Una cosa curiosa que paso en el camino de vuelta de la casa de pipe camino a la frontera (Uta que queda lejos)...

Después de una larga espera de la única micro que nos servia en la plaza san enrique, pudimos subirnos a la ultima 614, a esa hora vacía ya que comenzaba recién su recorrido. Al subirnos, al pagarle al chofer, un “hola, como esta?” fue suficiente para hacer distinto el largo viaje... Laura tiro el saludo... el chofer agarro papa, en un momento estábamos dos con el chofer... Después uno se fue a sentar (Matías desertor!!jajaja) y quede solo con el conversando .. Se puso a conversar del transantiago... Que lo tenia hastiado... que el sistema aquí... que la gente que lo hace no entiende, que Zamorano es un vendido, etc, etc… ni siquiera estaba interesado en si le entendía lo que me decía, con el ruido infernal del motor ahí mismo... solo quería desahogarse... su trabajo de toda la vida ahora estaba condenado a desaparecer por lo que me decía... solo una pantalla política... el circo para el pueblo...
Y es verdad que en un primer momento me incomodo estar hablando con el chofer... un desconocido que socialmente en santiago es rechazado por el estigma de ser micrero... el chofer de micro que tantas veces despreciamos por ser un inadaptado social en 4 ruedas siempre agresivo y nunca amable.... pero ahora estaba con la oportunidad de conocer el lado B ... ansioso por querer sentarme, luego comprendí que era una buena oportunidad de dejar desahogarse a este chofer de 70 años sobre lo que le pasaba en ese momento, el plan de transporte publico, un poco de la historia de los intentos por mejorar el sistema y que ha fallado sistemáticamente (el cobrador automático, de 4 millones de pesos, lo tiene de adorno en su patio), de la reforma procesal penal y los juzgados de familia, de sus teorías de la violencia intrafamiliar en los estratos altos…mientras subían los pasajeros, muchos de ellos conocidos por el, por lo que me comentaba.. “siempre salgo a esta hora a buscar a la gente que trabaja hasta tarde” muchos de ellos lo saludaban, algunos solo le pasaban la plata... y allí entendí que el trato amable es de a dos… ahora encontraba al pasajero al inadaptado social con su indiferencia. Ha trabajado desde pequeño... desde que salio del aplicación, estudiando alguna carrera técnica, trabajo en el aeropuerto, para luego desempeñarse desde hace muchos años a conducir micros...sus hijas su mayor orgullo, una ya recibida de contador auditor y trabajando, juntando su platita para un auto, la menor de 21 estudiando derecho… “fue siempre alegona, tiene pasta para eso”... me decía mientras cortaba boletos y ponía primera. Me hablo de sus anhelo futuros... dedicarse en alguna fabrica, en algún taller, poner algún local , no quiere ser carga para nadie, preferiría darse un tiro antes… me pregunto que hacia por la vida , que estudiaba… me comentaba los esfuerzos de los papás por sacar a los hijos adelante…muchos años de esfuerzo y de trabajo, para mantener a su familia y pagar la carrera de sus hijas, todo lo que le ha dado a su familia ha provenido del trabajo de esa micro, que ahora ya esta a punto de pagar los 52 millones que le costo la maquina, para ser sacada de circulación en un par de años mas por el nuevo plan de transporte… “debí haber estudiado sociología” me dijo al final... después de una conversación (casi monologo) que duro desde la plaza san enrique, hasta llegar al apumanque, le di la mano, “que le vaya bien”-le dije-… “un gusto conocerte”- me respondió- ya no quedaba ni un asiento vacío... la micro se había llenado...

Una buena experiencia en la ciudad en el regreso a casa…

Asi con la cosa...

Y así con la cosa.... perdió Chile...
Pero ni hay con hacer el comentario futbolístico...
Es como hablar de la pega...además que ando taimado... jajaja

Solo el partido fue la clave para que pasara lo que vi...

Salí de mi casa para ir a ver a un amigo que estaba de cumpleaños, y veo que estaba lleno de gente que salía del estadio.
‘Uta que mal- pensé- las micros llenas y ya se me había pasado una.
Al final cuando me subí, me entere que perdió chile y que el ánimo estaba resignado no mas...
En eso un auto con banderas colombianas paso tocando la bocina celebrando y la gente dentro del auto festinaba mostrando sus banderas a cuanta gente pasaba y a la gente de la micro donde estaba. Nos topamos como dos veces con aquel auto (con un par de colombianas que estaban bastante bien).... toco luz roja y desde la micro veíamos como nos movían su bandera... De otros vehículos también comenzaron a verlos...
De repente de la parte de atrás de la micro un tipo .. Con toda calma que le daba la luz roja de la esquina, se acerca a una ventana... la abre, y saca la cabeza... mira... y se tomó todo el tiempo para modular un claro y contundente "CONCHETUMARE!!!"...y dentro de la micro todos rompimos a reír compartiendo la situación...
se nos olvidó por un momento que estábamos en la micro, donde la ley del hielo se cumple tan bien como la de "no fumar en el vehiculo"....